jueves, 25 de febrero de 2010

El valor de la convivencia familiar


En la actualidad, la poca convivencia que existe entre los padres e hijos se ha incrementado en los último años. Es importante resurgir el valor de la familia.


Me llama la atención la poca convivencia que existe entre algunos padres de familia y sus hijos. Él, todo el día en el trabajo, come fuera de casa, llega cuando los niños duermen; mientras que ella, está muy ocupada en cumplir con las mil actividades vespertinas de los niños y de su profesión.


Entre semana, algunos hijos, luego de regresar del colegio, apenas pueden terminar la comida, pues ya se les hace tarde para la clase de tenis, ballet, natación o la de inglés. Tan pronto como terminan esas actividades, vuelven fatigados a casa, pero tienen que hacer la tarea. Luego, siempre arriados por el grito de mamá, se meten a bañar, cenan y a dormir. Así son sus días.


Y el fin de semana, padres e hijos, deshechos por la agotadora semana, ya no quieren saber del otro. Cada quien sus amigos, sus comidas, sus fiestas; cada quien sus películas; cada quien su vida. Se van las semanas y si bien hubo momentos en que estuvieron juntos, no hubo ninguno en que convivieran realmente.


Hoy en día, el lenguaje se usa sólo para transmitir información, no para comunicarnos. Estamos muy bien enterados de la talla y medidas de nuestros niños, de su peso, sus padecimientos, su comida favorita, cuántos dientes se le han caído, qué juguetes les gustan, quiénes son sus amigos, quiénes sus maestros, cuáles son sus calificaciones. Coleccionamos datos y con ellos hacemos una radiografía. Entonces, creemos que los conocemos. Lo cierto es que no hemos aprovechado el lenguaje para hablar de sus y nuestros sentimientos y, este hecho, levanta muros entre padres e hijos y entre la misma pareja.
Los sentimientos son lo que asimilamos de los sucesos que se nos presentan día a día. Es decir, lo que uno siente. El niño que logra expresar un sentimiento presta atención a su voz interior. Aprende a comprenderse y a aceptar su modo peculiar de ser. Cuando su expresión ha sido escuchada y comprendida, el niño se mira en los ojos de quien lo acoge y, entonces, comienza a reconocerse a sí mismo. Gracias a esa compenetración, el niño se reconoce: “yo soy éste”, con lo cual, adquirirá confianza en su persona. Al pasar los años, acostumbrado a intimar con él mismo, su inteligencia emocional se encontrará madura, y esto le permitirá entablar relaciones estables y duraderas.


Un niño ignorante de sus sentimientos, tenderá a ensimismarse, su comportamiento será hosco y es posible que su grado de intimación se vea afectado a lo largo de su vida. Si no puede poner en palabras su sentir, será muy difícil que logre traducir el sentir de otra persona.


¿Cómo se despierta en el niño la capacidad para expresar sus sentimientos? A través de la convivencia con sus padres. El diálogo es la vía por medio de la cual se con-vive. No se trata de “estar con” el otro, se trata de “vivir con” él.


Propongo que entre padres e hijos se abra un flujo de comunicación libre y voluntario por medio del cual surja el intercambio sincero de sentimientos. Esto no es posible de un día para otro, tampoco cuando a uno se le antoje la idea de ponerlo en práctica por un tiempo. La sana con-vivencia entre padres e hijos, es una labor de todos los días.


No desaprovechemos los valiosos momentos que tenemos con nuestros niños. Vale la pena darnos tiempo para con-vivir en familia
                                               convivencia escolar



El propósito de este trabajo es poner de manifiesto las múltiples cuestiones que inciden en la construcción de un sistema de convivencia en la escuela. Es ésta una tarea que requiere la consideración de distintos factores y aspectos que inciden en el desarrollo de las acciones necesarias que permitan alcanzar el propósito buscado: instaurar el sistema de convivencia escolar que posibilite acompañar el crecimiento de los niños adolescentes y jóvenes, promoviendo su desarrollo como sujetos de derecho y responsabilidad, es decir ciudadanos. Sin embargo, la experiencia frecuente de muchas instituciones educativas, ha demostrado - y demuestra - que la implementación del sistema de convivencia no es fácil ni sencillo y por eso queda postergado, suspendido, olvidado o abandonado. Me interesaría exponer y desarrollar en este trabajo algunas reflexiones y propuestas sobre la convivencia escolar como una construcción cotidiana, reconociendo que es una tarea compleja, pero es necesaria y posible y se constituye en una rica y valiosa experiencia educativa, dado que el aula y la escuela son los primeros espacios públicos de participación de las jóvenes generaciones.


Cuestiones referidas al compromiso social de la escuela:


La escuela, como institución educativa, es una formación social en dos sentidos: está formada a partir de la sociedad y a la vez expresa a la sociedad. Lo que se habla en cada escuela, es el lenguaje particular de la sociedad. Por tal motivo, no es ajena a la profunda crisis socio política en la que estamos inmersos y que como ciudadanos nos afecta.


En este contexto, la escuela en general, está seriamente cuestionada porque no responde a las demandas, no prepara para este nuevo orden, no asegura mejoras. No obstante esto, y aún con estas fallas y carencias, es la institución social que sigue nucleando a un significativo número de niños, adolescentes y jóvenes. Por ser una institución pública, está sometida y padece los efectos producidos por la crisis social que la atraviesa, e incide tanto en la singularidad de cada uno de los actores como también en el colectivo institucional que conforman, y se pone de manifiesto en problemáticas concretas y observables: el miedo a un futuro incierto, el temor a estar cada vez peor, la vivencia de desolación, el debilitamiento de vínculos de solidaridad y amistad, la pérdida de relaciones institucionales, de grupos sociales de pertenencia y referencia; en realidad se trata de una progresiva pérdida del sentido de la vida. Estas pérdidas son carencias que afectan, limitan y someten a los niños, adolescentes y jóvenes, como sujetos de derecho en su condición y dignidad humana.


Siendo conscientes de esta realidad adversa, que se impone a nuestros alumnos, especialmente a aquellos con más limitaciones que posibilidades, con más carencias que logros, es fundamental que el tiempo que transcurren en la escuela durante su niñez y adolescencia, sea considerado por ellos, como un tiempo y un espacio valorizado, un tiempo de crecimiento, de creatividad, que favorezca la construcción de su subjetividad. Para ello la escuela debe generar, facilitar y promover tiempos y espacios para que pueda circular la palabra y no los silencios, el diálogo y la discusión y no la sumisión y acatamiento, el análisis y la reflexión sobre las acciones impulsivas y las actuaciones violentas.


La función socializadora de la escuela se manifiesta en las interrelaciones cotidianas, en las actividades habituales; también se hacen explícitas en las charlas espontáneas o en discusiones y diálogos planificados para reflexionar sobre esas interrelaciones, para reconocer los acuerdos, las diferencias, las formas de alcanzar el consenso, de aceptar el disenso. Sólo de esta manera se aprende a convivir mejor. Una escuela que intenta responder a su cometido de ser formadora de ciudadanas y ciudadanos, comprometidos crítica y activamente con su época y mundo, permite el aprendizaje y la práctica de valores democráticos: la promoción de la solidaridad, la paz, la justicia, la responsabilidad individual y social. Estos se traducen en las acciones cotidianas que transcurren en el aula, en la actitud comprensiva y educadora de los adultos que son los responsables de la formación de las jóvenes generaciones, por eso, el desafío de toda institución educativa es convertirse en propulsora de procesos de democratización y participación. Sin lugar a dudas si la escuela puede hacer ésto - de hecho muchas de las escuelas lo hacen y lo hacen bien - está dando respuesta a una de las demandas más requeridas por la sociedad.


Cuestiones referidas a la convivencia escolar y los aspectos. pedagógicos:
La convivencia escolar, desde este ángulo, alude, fundamentalmente, a uno de los temas básicos de la pedagogía: el aprendizaje, es decir, el proceso por el cual un sujeto adquiere o desarrolla una nueva conciencia y conocimiento, que le proporcionan nuevos significados.
A partir de esta idea, surgen algunas preguntas que intentaré responder en el desarrollo de este apartado. Son las siguientes:






¿es posible un adecuado aprendizaje sin una adecuada convivencia ?


¿se puede lograr una buena convivencia sin aprendizaje?


¿qué significa aprendizaje de la convivencia?


¿qué función, qué lugar le corresponde a la escuela en relación a convivencia y aprendizaje?
                        La convivencia



Puede decirse que la convivencia es la base o fundamento de toda sociedad.
Ella supone la voluntad expresa y decidida de unos individuos de vivir con otros, no contra ellos ni a pesar de ellos.

La convivencia es el principio de la sociedad porque sin esta voluntad ninguna forma de organización social es posible: aceptar a los otros en medio de loscuales vivimos, es la base de civilidad.


Por ello llamamos civilizados a aquellos grupos o poblaciones convivientes cuyo trato mutuo se basa en la práctica de valores fundamentales como el reconocimiento, la tolerancia y la imparcialidad.

Estos grupos, que exhiben una larga tradición en esta cultura de la convivencia han podido conformar sociedades ordenadas, en las que la práctica de la convivencia es un supuesto tácito, introyectado y asimilado a través de una pedagogía social de vieja data, del cual ya ni se habla.


No es este nuestro caso. Por razones diversas y complejas, carecemos aún de este sustrato básico que nos permita acometer con certidumbre nuestra responsabilidad de constituirnos en una sociedad ordenada y civilizada.


Se ha señalado justificadamente, en efecto, que una de nuestras principales carencias en el orden social, es la falta de convivencia. Y en los últimos años buena parte de los esfuerzos educativos se han volcado en esta dirección: formar a los niños, a los jóvenes y a los adultos para la convivencia. Estamos aún lejos de alcanzar los niveles mínimos que nos permitan constituir una sociedad ordenada; es preciso, por tanto, aumentar los esfuerzos en esta dirección educativa que se abre hacia la formación política y hacia la formación moral.


Ello significa que mientras no hayamos alcanzado este sustrato básico de convivencia, será imposible organizarnos verdaderamente como sociedad política y como comunidad moral.
En este sentido, la convivencia puede entenderse como aquel estado en el cual una pluralidad de individuos diversos y diferentes se tratan entre sí en términos de reconocimiento, tolerancia e imparcialidad, pudiendo así vivir unos con otros de manera pacífica y segura. Los valores que rigen esta convivencia - conviene repetirlo - son: el reconocimiento que alude a la diversidad, la tolerancia que alude a la diferencia y la imparcialidad que alude a la igualdad, porque es en torno a la comprensión, aceptación y práctica de estos valores que debe girar un proceso educativo orientado a formar para la convivencia.


Por importante que sea este sustrato básico - y entre nosotros es urgente y necesario - no es, sin embargo, lo único y absoluto. La convivencia es, solamente, la base y fundamento para la vida social. Es preciso, para alcanzar los niveles superiores de la organización social, tales la vida política y la vida moral que requieren formas complejas de interacción en términos de normas, valores y fines, superar el mero reconocimiento por el respeto, la simple tolerancia por la comprensión y la debida imparcialidad por el genuino interés por el otro.
En otras palabras, es necesario que de la convivencia pasemos a la cooperación, la participación y la solidaridad, formas superiores del relacionamiento humano, únicas que posibilitan la construcción colectiva de proyectos sociales como la familia, las instituciones educativas y políticas, la empresa, la nación, etc. Todas ellas debilitadas y, en buena medida, inoperantes entre nosotros.

Desarrollo de capacidades para convivir
La convivencia es la manera de relacionarse con los otros y cómo en la vida diaria van construyéndose las relaciones, de manera que el manejo de un buen vocabulario, el respeto y el diálogo se convierten en los ejes centrales para lograr una sana convivencia. La convivencia esta latente en el hogar, con los amigos, en la escuela con profesores y compañeros etc. Las capacidades para una buena convivencia inician en casa y se fortalecen en la escuela, ya que es necesario practicar los diferentes tipos de valores para logra una convivencia armoniosa. Los valores pueden jugar el papel de capacidades, ya que se requiere del respeto, la tolerancia, la responsabilidad, la amistad, solidaridad, entre muchos mas.


Los valores adquieren un papel muy importante en la convivencia, ya que apartir de ellos podremos o no lograr una buena interacción con los demás, la convivencia se aprende durante toda la vida se inicia con la familia y se fortalece en la escuela esta implica implica comprension y respeto, así también de tolerancia.

miércoles, 24 de febrero de 2010

martes, 23 de febrero de 2010

Desarrollo de capacidades para convivir


La convivencia es la manera de relacionarse con los otros y cómo en la vida diaria van construyéndose las relaciones, de manera que el manejo de un buen vocabulario, el respeto y el diálogo se convierten en los ejes centrales para lograr una sana convivencia. La convivencia esta latente en el hogar, con los amigos, en la escuela con profesores y compañeros etc. Las capacidades para una buena convivencia inician en casa y se fortalecen en la escuela, ya que es necesario practicar los diferentes tipos de valores para logra una convivencia armoniosa. Los valores pueden jugar el papel de capacidades, ya que se requiere del respeto, la tolerancia, la responsabilidad, la amistad, solidaridad, entre muchos mas.


Los valores adquieren un papel muy importante en la convivencia, ya que apartir de ellos podremos o no lograr una buena interacción con los demás, la convivencia se aprende durante toda la vida se inicia con la familia y se fortalece en la escuela esta implica implica comprension y respeto, así también de tolerancia.

 
Convivencia


La convivencia es una forma de vivir que debemos escoger desde muy jóvenes . Para la convivencia positiva es necesario el respeto, el amor, entre otros debemos tolerar costumbres de otras personas.
El ser humano. tiene dos necesidades sociales básicas: la necesidad de una relación íntima, estrecha con un padre o un cónyuge y la necesidad de sentirse parte de una comunidad cercana e interesada por él. Somos fundamentalmente animales grupales y nuestro bienestar es mucho mayor cuando nos encontramos en un ambiente armónico, en el cual vivimos en estrecha comunión.
La investigación ha mostrado que cuando estamos solos estamos más predispuestos a sufrir accidentes, enfermedades mentales, suicidio y un amplio espectro de enfermedades.
Para la supervivencia es indispensable la independencia y la autoconfianza, pero en el discurrir de nuestra vida no podemos prescindir del apoyo y de la compañía de los otros.
Como señalan ciertos exponentes del existencialismo no puede haber un "yo", sin un "tú". Esta interdependencia social es mucho más que un abstracto concepto filosófico, constituye una necesidad humana fundamental.
es la condición de relacionarse con las demás personas a través de una comunicación permanente fundamentada en afecto y tolerancia que permite convivir y compartir en armonía en las diferentes situaciones de la vida

 
 
La convivencia escolar


Escrito por Webmaster

Lunes, 09 de Marzo de 2009 11:10

No todo lo que se aprende en la escuela es positivo, se aprende también a engañar, a obedecer acríticamente, entre otras conductas y actitudes que nos perjudican como sociedad. Por ello necesitamos observar y cuidar los espacios de convivencia para fortalecernos socialmente.





La convivencia escolar que se refiere a una convivencia democrática, es un tema que en toda Latinoamérica está demandando atención urgente de los diversos agentes educativos involucrados.

De ahí la necesidad de generar espacios serios de reflexión, producción, intercambio y difusión de conocimientos y prácticas acerca de la innovación y así mejorar la calidad educativa, intercambiar experiencias de formación, información, investigación, y problemáticas de los docentes latinoamericanos.

Convivencia democrática, inclusión y cultura de paz se inserta en una nueva visión de calidad de la educación que propone la Organización de las Naciones Unidas para la educación, la ciencia y la cultura: Unesco.

La Unesco establece desde un enfoque de derechos humanos, que una educación de calidad para todos es entendida como un bien público, un derecho humano fundamental y una responsabilidad del conjunto de la sociedad, porque gracias a ella nos desarrollamos como personas y contribuimos al desarrollo de la sociedad.

Los rasgos característicos de un enfoque de la educación como derecho humano fundamental, son su orientación al pleno desarrollo de la persona humana y a la comprensión y convivencia pacífica.

Hablar de una educación así, es decir, una educación para la democracia y la paz, supone la construcción de una experiencia escolar formativa para desarrollar valores, actitudes, habilidades socioemocionales y éticas que son base de una convivencia social donde todos participan, comparten y se desarrollan plenamente.

También supone una educación capaz de incluir a una amplia gama de estudiantes tradicionalmente excluidos que comienzan a ser tenidos en cuenta en la escuela, desde el punto de vista de la responsabilidad por su desarrollo. Pero, ¿qué significa aprendizaje de la convivencia? La convivencia es algo que se aprende.

En la escuela aprendemos a relacionarnos, a obedecer normas y a la autoridad, a compartir, dialogar, respetar a los otros, en fin, muchas actitudes y valores relacionados con la convivencia. No todo lo que se aprende en la escuela es positivo, se aprende también a engañar, a obedecer acríticamente, entre otras conductas y actitudes que nos perjudican como sociedad, por ello, necesitamos observar y cuidar los espacios de convivencia para fortalecernos socialmente.

La convivencia en la escuela puede generar grandes oportunidades de desarrollo a los estudiantes.

La convivencia escolar se refiere al vivir-con-otros. Por lo tanto es fundamental comprender la necesidad de la cooperación y la solidaridad como base del funcionamiento social.

En la construcción de un sistema de convivencia escolar inciden múltiples factores y aspectos que permiten realmente acompañar al crecimiento de los niños y jóvenes promoviendo su desarrollo sociomoral como personas responsables. La experiencia ha demostrado que no es fácil ni sencillo y por eso queda muchas veces olvidado; es una tarea compleja pero es necesaria y posible y es una rica y valiosa experiencia educativa ya que la escuela es una formación social y padece los efectos del espacio de participación.

¿Qué podemos hacer para construir la convivencia escolar?

Considerar los 4 elementos en juego:

1) El Profesor - el que enseña: el profesor puede contribuir a la mejorar de la convivencia con factores como:

a) conocimiento pedagógico, que lo lleva a actuar adecuadamente en diferentes circunstancias.

b) Eficiencia, es decir, su capacidad para resolver los problemas del aula con imaginación, creativamente y en una proporción de costo aceptable. Si cada profesor fuera mejorando su nivel de eficiencia día con día, mejoraría consiguientemente la convivencia de la clase.

c) Entusiasmo cuando el profesor cree en algo, lo transmite y lo vive en su clase, comunica ese mismo entusiasmo a los alumnos descubriéndoles valores que no van a encontrar en otras situaciones sociales. Por el contrario, si el profesor no cree en lo que dice, se produce una experiencia de bloqueo.

2) El alumno: el que aprende: el alumno también tiene que cooperar y colaborar y no solo disfrutar de la convivencia. Algunos elementos que pueden contribuir a mejorar la convivencia escolar son:

a) demora de la gratificación; se sabe que hay una correlación entre la demora de la gratificación y el rendimiento escolar, el éxito en la vida e incluso el nivel de convivencia. Exige esfuerzo.

b) Empatía, la capacidad del ser humano de ponerse en el lugar del otro, de tener en cuenta sus opiniones, ideas y creencias, para entenderlo, respetarlo, participar de los sentimientos y emociones de los demás. Por esta razón hay que enseñar a nuestros alumnos a saber modular los sentimientos y emociones, porque forma parte de la posibilidad de convivir, de vivir juntos.

3) Los contenidos: lo que se enseña y aprende: Existen los contenidos académicos que corresponden a la parte informativa, pero también los que corresponden a la parte formativa de la educación. Por eso hay que ofrecer a los alumnos actividades de aprendizaje que los acerquen a la realidad de la vida. Otro aspecto más sobre los contenidos se refiere a impartir unos buenos programas que ayuden a los profesores y a los alumnos a resolver pacíficamente los conflictos, a ejercer como mediadores en las situaciones problemáticas, a prevenir la violencia en las instituciones escolares; es decir, enseñarles a convivir, a vivir juntos, a vivir en sociedad.

Como se dijo anteriormente, la convivencia se aprende, se enseña y enseña.

4) El contexto escolar: Hay que redefinir el espacio físico en las aulas donde puedan verse a unos a otros e interactuar entre sí y con el profesor. Redefinir funcionalmente la clase.

Muchos esfuerzos educativos innovadores van hoy día en la línea de formar comunidades de aprendizaje.

En las comunidades de aprendizaje todos aprenden y todos enseñan porque comparten juntos sus conocimientos, colaboran, conviven; por lo tanto, dentro de esta comunidad de aprendizaje es posible un aprendizaje de calidad., un aprendizaje sociomoral. En estas comunidades, una situación de violencia es vista como una oportunidad formativa o de mejora de la propia convivencia.

Es tan importante este factor que se dice que el aula es el espacio de vida pública de los niños, adolescentes y jóvenes.

En él, transcurre la mayor parte del tiempo escolar de los alumnos, es el espacio de la escuela donde se desarrollan las actividades fundamentales; constituye la unidad de pertenencia y referencia de los alumnos.

En él se construyen las relaciones sociales: se habla, se escucha, o por lo menos se debe de escuchar, se debe discutir, se debe de reflexionar, enseñar, aprender, se debe jugar, permanecer en silencio, participar, razonar, entre otros.

El aula es el lugar donde se aprende sobre convivencia.

Ojalá que nuestros gobernantes, quienes son vistos por tantos niños y jóvenes a través de la televisión no solo diseñaran políticas de educación cívica y ética sino que fueran ejemplo de una forma de convivencia sana, mediante el fomento de un ambiente de respeto, confianza, diálogo y organización.

martes, 16 de febrero de 2010

QUE IMPLICASIONES TIENE LA DESICION DE DEJAR DE ESTUDIAR QUE HA TOMADO TERESA
PUES SOLO QUE YA NO PODRA SEGIR CON UNA CARRERA PROFESIONAL

ES COMPATIBLE SU DESICION CON LA POSIBILIDAD DE SEGIR ESTUDIANDO
SI
SI FUERA HOMBRE, CREES QUE TENDRIA MAS APOYO DE SUS PADRES
YO PIENSO QUE DEPENDE DE LA FORMA EN LA QUE SUS PADRES PIENSEN, PERO AUN ASI LE DEBEN DE DAR EL APOYO QUE ELLA NECESITA

TIENEN RAZON LOS PADRES DE TERESA EN PENSAR QUE ELLA PUEDE ESTUDIAR ARTES
NO TIENE NADA DE MALO QUE ELLOS LA ALIENTEN A COSAS NOVEDOSAS COMO ESA

CONSIDERAS QUE TERESA HA TOMADO EN CUENTA TODAS LAS VANTAJAS Y DESVENTAJAS DE SU DESICION
YO CREO QUE SI POR ALGO LO QUIERE LLEVAR ACABO

CONOCES A ALGUIEN EN UNA SITUACION SIMILAR A LA DE TERESA
NO
es el componente principál para es un valor en el cual enseña a ver los puntos
mantener buenas relaciones sociales facilmente podemos de vista de diferentes
QUE SON LOS VALORES SOCIALES ORDEN es un valor que nos


VALORES PRIORITARIOS VALORES RELATIVOS
son los que deven tener son aquellos que alludan






cualquier persona para ser alas actitudes personales
un buen ciudadano
TOLERANCIA
persivir la parte mas perspectivas y la tolerancia
superficial del mismo debe ir unida al respeto

SEGURIDAD COOPERACION
todos devemos lograr un consiste en el trabajo en
grado razonable de comun llevado acabo por
seguridad en nosotros parte de un grupo de
mismos lo antes posible personas o entidades
mayores asia un objetivo
BIENESTAR compartido
se llama al conjunto de
factores que participan SOLIDARIDAD
en la calidad de la vida de es uno de los valores
las personas humanos por exelencia
del que se espera cuando
BENEFICIO PROPIO otro significativo requiere
es el bien que se hace o de nuestros buenos
se resive sentimientos para salir
adelante

jueves, 11 de febrero de 2010

jueves, 4 de febrero de 2010

DE QUE TRATA PROECTOS INSTITICIONALES

PROYECTOS I :

Se propone el trabajo con pautas de planificación y elaboración de proyectos que permitan generar productos concretos, pero que también puedan ser apropiados por la comunidad. Para ello se retomarán las pautas habituales, analizándolas. Si bien no es un objetivo de esta actividad, aprender a elaborar
proyectos permitiría a las organizaciones sociales locales, participar en llamados y licitaciones de organismos nacionales e internacionales.

La identificación de temas críticos y la definición de directrices estratégicas hacia la “imagen” a la que se apunta.

Todo el trabajo implementado será evaluado colectivamente, tanto en sus productos como en su proceso, tanto en la modalidad sumativa (al final del proceso) como procesual, en aquellos momentos donde se van culminando etapas o donde surgen aspectos importantes a analizar. De esta forma se propicia la apropiación metodológica (de implementación del proceso) así como de las propuestas, proyectos y modalidades de colectivización.

La evaluación se propone como una actividad continua, colectiva, incluyéndola en la sistematización como proceso complejo de construcción y apropiación.

PROYECTOS II :

Lo primero que se debe establecer son las instancias de coordinación, acuerdos, convenios que permitan construir la demanda con los involucrados, conocer las necesidades y posibilidades de cada comunidad y el establecimiento de acuerdos de trabajo para la implementación. También se constituirá el equipo de trabajo acorde a la demanda construida en conjunto con los referentes locales-territoriales.
Todo el trabajo implementado será evaluado colectivamente, tanto en sus productos como en su proceso, tanto en la modalidad sumativa (al final del proceso) como procesual, en aquellos momentos donde se van culminando etapas o donde surgen aspectos importantes a analizar. De esta forma se propicia la apropiación metodológica (de implementación del proceso) así como de las propuestas, proyectos y modalidades de colectivización.

La evaluación se propone como una actividad continua, colectiva, incluyéndola en la sistematización como proceso complejo de construcción y apropiación

¿QUE ESPERAS DE PROYECTOS III :

que sea una ayuda para nuestra conducta tanto en la institucion como en nuestra vida social y aprendamos a llevar a cobo los valores que se nos presentan